miércoles, 29 de octubre de 2008

" haz lo que yo digo pero no lo que yo hago"

y sí.. decirlo y alentar a los demás es muy fácil o no tan fácil pero al menos no implica una toma de decisión de nuestra parte y no nos enfrenta a tantos miedos . Sabemos exactamente lo que los demás deben hacer en determinada situación pero cuando nos toca enfrentarla a nosotros es como si todo el " conocimiento" que teníamos al respecto se esfumara, se disipara y estuviéramos en medio de la nada.. al menos así me pasa... Quién sabe por qué se dan las cosas de esta manera, por qué aunque tengamos todas las "señales" que hacen que una esté segura SIEMPRE encontramos motivos para no estarlo y para dudar.. dudar y dudar...
Aunque pensando un poco tbn es bueno dudar y no olvidar que a veces ciertas "señales" son producto de nuestra imaginación y de las ganas que tenemos de que todo sea como queremos..
Más que nada el problema surge cuando de amor o de sentimientos se trata.. Ahí se complican las cosas ( o nosotros las complicamos... quién sabe..?!!) por qué se complican?? ja!! muy fácil.. porque las cosas solíamos pensar se elevan al cuadrado... ya no sólo pensamos en lo que la otra persona nos provoca sino que andamos con hipótesis de lo que le pasará por la cabeza al otro.. se alterarán sus nervios al tenerme cerca ¿¿? esas miradas son con la misma intención que las mías¿? por qué si no le gusta sigue buscando que pase lo mismo?? y así se forma una gran nube de preguntas y posibles respuestas que invade nuestra mente y hace que estemos muertos de miedo .
Oalá hubiera una fórmula para poder descifrar al otro pero lo principal es descubrirse a uno mismo y tratar de entender qué es lo que queremos... Supongo que así como nosotros ayudamos a alguien en cierto momento alguna persona nos dará aliento cuando estemos en ese mar de confusión.. Ojo!! no digo que hagamos algo para q después nos ayuden.. hay veces q las cosas que hacemos o damos no vuelven en seguida pero estoy segura que de alguna forma u otra regresan...